Por qué el Papa Francisco no mandó un mensaje para el G20
En el encuentro de 2017, en Hamburgo, había enviado una carta donde pedía combatir la pobreza y condenaba la especulación financiera.
En vísperas de la realización en Buenos Aires de una nueva cumbre del G20 hubo observadores que imaginaron un posible mensaje del Papa Francisco a sus líderes. No les faltaron bases para hacerlo. En la cumbre anterior, en 2017 en Hamburgo, el pontífice había enviado una carta en la que abogaba por el combate a la pobreza, condenaba la especulación financiera, pedía atender el drama de los refugiados y responder al desafío de la preservación del medio ambiente.
La justificación por la ausencia de una nueva carta que se escuchó en medios vaticanos fue simple: porque el presidente Mauricio Macri no se la pidió, a diferencia de la canciller Ángela Merkel, que si lo hizo con motivo del encuentro en su país. De hecho, Merkel había estado unos días antes con Francisco en El Vaticano como parte de la media docena de visitas que le realizó.
Merkel -que superó en cantidad de visitas a Cristina Kirchner, que sumó cuatro, más tres saludos en Brasil, Cuba y Paraguay- es uno de los jefes de Estado que mejor relación tiene con el pontífice. En cambio, el vinculo del Papa con Macri -quien lo visitó dos veces- es frío y se enfrió un poco más luego de que el mandatario habilitó el debate sobre el aborto.
¿Por qué Macri no le pidió una carta? Las versiones que circulan son diversas. Desde que el Gobierno consideró que no era necesario involucrar al Papa hasta que no lo hizo por temor a que la oposición pudiera manipular el mensaje -que necesariamente hubiese estado dirigido a todos los líderes, no a Macri en particular- con el fin de descalificar al oficialismo.
En rigor, el mensaje de Francisco a la cumbre de Hamburgo no fue el primero que el Papa envía al encuentro anual del G-20. A pocos meses de haber asumido el pontificado, en 2013, lo había hecho con motivo de la cita en San Petesburgo, en el que advertía sobre la guerra civil en Siria y pedía evitar un ataque conjunto, deseo que finalmente fue observado.
También Benedicto XVI había enviado una carta a la reunión del G-20 en Londres, en 2009. Allí el Papa alemán decía que el 10 % de las naciones que no están representadas en el grupo “son precisamente los que más sufren los efectos perniciosos de las crisis económicas”. Y que estos países podrían ser claves en en aporte de soluciones.
Lo cierto es que en la cumbre más importante de la historia de la Argentina estuvo ausente el hombre más importante en la historia del país.
FUENTE DIARIO CLARIN