Proponen construir calles verdes en cada una de las comunas de la Ciudad
Sumar espacios verdes en medio del cemento es uno de los reclamos vecinales que más se repiten en la megaciudad que es Buenos Aires. Por eso, en la Legislatura se debate la posibilidad de incluir calles verdes -una especie de parques lineales de 300 metros que suman oxígeno al ambiente-en cada una de las 15 comunas.
El proyecto, presentado por el legislador Maximiliano Ferraro (Vamos Juntos), se discute por estos días en la Comisión de Planeamiento Urbano de la Legislatura, y entre sus argumentos sostiene que la iniciativa apunta a «luchar contra la contaminación ambiental, atenuar el efecto de isla urbana de calor y favorecer el drenaje de aguas pluviales».
La idea es que cada comuna cuente con al menos 300 metros lineales de una calle, avenida, pasaje o callejón a través de una serie de acciones y técnicas que incluyen la utilización de pavimentos permeables, la instalación de canteros paralelos a la línea de fachada y de jardineras en altura, la peatonalización parcial o total y la instalación de muros vegetales.
Entre los cambios que sugiere la iniciativa para crear las calles verdes están construir nuevos canteros, jardineras elevadas construidas en madera, donde la Ciudad y los vecinos podrán practicar la jardinería. También se podrían plantar nuevos árboles e incluir senderos especialmente acondicionados para personas con movilidad reducida.
«En el marco del plan Ciudad Verde, las Calles Verdes surgen como una nueva modalidad destinada a favorecer el medio ambiente, mitigar las consecuencias del cambio climático y visibilizar la necesidad de transformar a Buenos Aires en un espacio más saludable para las generaciones presentes y futuras», explicó Ferraro.
«Este proyecto surge de la necesidad de seguir generando conciencia ambiental y de incrementar las áreas parquizadas para mejorar la Ciudad para todos los vecinos. Este concepto es tendencia global que viene a presentarse como una herramienta de mitigación del efecto «isla de calor urbano (ICU)» que tanto afecta la calidad de vida en las grandes ciudades. Es muy utilizado en ciudades norteamericanas y europeas como las rues végétales de París y los pavimentos permeables que ya se han instalado en Barcelona o Copenhague, explicó Ferraro.
Las olas de calor son uno de los efectos extremos que el cambio climático genera en Buenos Aires. En los últimos años no sólo ha aumentado la frecuencia, sino su duración, según los expertos .
El plan está en la línea de creación de las supermanzanas en donde se privilegia al peatón por sobre el automóvil y en las que se deriva el transporte público a las avenidas y vías rápidas. También promueve la participación ciudadana ya que serán los vecinos quienes decidan el diseño y el mantenimiento de las calles verdes, así como el desarrollo de actividades culturales y recreativas en las mismas.
La ciudad de Buenos Aires cuenta con apenas unos 6 m2 de espacio verde por habitante (cuando la OMS recomienda al menos 10 m2) pero, cuando el cálculo se hace por comuna, el panorama puede empeorar. Por ejemplo, Boedo y Almagro, que conforman la Comuna 5, suman apenas 0,2 m2 de verde por habitante. Balvanera y San Cristóbal, Comuna 3, no están mucho mejor: apenas llegan a los 0,4 m2 per cápita.
En el otro extremo están la Comuna 1, que incluye a la Reserva Ecológica y suma 18,5 m2 por habitante y Palermo, con los frondosos bosques, 13,8 m2 por vecino.
El proyecto detalla que las calles verdes deberán contar con un diseño de señalización y cartelería propios que permita identificarlas como tales. También deberán contener cestos diferenciados para permitir la separación en origen de los residuos generados en la vía pública.
«No hay dudas de que el mundo entero se está volcando hacia la conciencia ambiental a través de nuevas propuestas que ya han cambiado radicalmente los paisajes urbanos: muros vegetales, edificios autosustentables, terrazas verdes, huertos urbanos, peatonalización de calles, y calles verdes. Nuestra Constitución Nacional consagra en su artículo 41 el derecho a un ambiente sano, mientras que la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires establece en sus artículos 26 y 27 el deber de preservar y defender el ambiente como patrimonio común de los porteños y porteñas, obligando entre otras cuestiones al incremento de los espacios verdes y de las áreas parquizadas», dice el proyecto entre sus fundamentos.