¿Quiénes son los verdaderos protagonistas del G20?
Los próximos viernes 30 de noviembre y sábado 1 de diciembre, la Cumbre de Líderes condensará un año de trabajo continuo.
Por Jessica Petrino
Falta poco menos de diez días para la Cumbre de Líderes que reunirá en Buenos Aires a los jefes de Estado de las 20 economías más fuertes del mundo. La ciudad se apresta a blindarse para asegurar la máxima seguridad a todas las figuras políticas internacionales, pero ¿qué valor realmente tiene este encuentro en el marco de todo un año de trabajo? Durante estos últimos once meses, los argentinos apenas hemos tocado el tema del G20 en nuestras casas. Hoy, las charlas de domingo son las cadenas que llegan por Whatsapp sobre las restricciones de seguridad o los tanques que traerán los chinos para protegerse o el portaviones y la “Bestia” renovada que moverá a Donald Trump por la ciudad. ¿No estaremos perdiendo un poco el foco de lo que realmente significa el G20?
El G20 se define como el principal foro internacional para la cooperación económica, financiera y política. En estos tres componentes intenta crear, a través de consensos, políticas públicas que puedan ayudar a encarar los desafíos globales que enfrentan las distintas nacionales. Desde su creación en 1999 y hasta la crisis del 2008 solamente se abocaba a temas económicos y estaba destinado a congregar a ministros del área. El crack financiero de hace una década hizo reflexionar a los países miembros sobre la necesidad de abrir un poco más la agenda e incluir a los principales jefes de Estado. Pero, además de los principales funcionarios estatales, se reúnen en el G20 distintos protagonistas de la sociedad alrededor de los llamados “grupos de afinidad”. Es así como jóvenes, mujeres, empresarios, sociedad civil, científicos, académicos y trabajadores también se sientan a debatir, buscar acuerdos y generar posibles soluciones que tengan un impacto real en las distintas comunidades globales. Son ellos quien, a través de sus documentos finales con recomendaciones, intentarán llegar a los líderes mundiales.
Esto quiere decir que tanto los grupos de afinidad como los ministros de finanzas trabajaron durante todo el año para generar las políticas que serán puestas sobre la mesa los próximos viernes 30 de noviembre y sábado 1 de diciembre. La materia prima y el trabajo más arduo ya están hechos. Solo “resta” lograr que los líderes del mundo puedan sentarse en un mesa y consigan ponerse de acuerdo. Parecería fácil ¿o no? En septiembre, cuando entrevistamos al sherpa argentino Pedro Villagra Delgado nos adelantó que el objetivo de la presidencia argentina era justamente lograr un documento de unidad que pudiera tener la fuerza necesaria para llevar las ideas del papel a la acción con medidas concretas. “No aceptaremos consensos que no signifiquen nada”, nos dijo en aquella oportunidad. En consonancia, la directora ejecutiva del Y20, Tatiana Podliszewski, se mostró en la expectativa de que la juventud pueda ser parte de la agenda de los líderes y afrontar así los principales desafíos en una de las prioridades de que propuso Argentina para el 2018: el futuro del trabajo.
En definitiva, el G20 es un foro y como tal, la palabra es la herramienta primordial que permite crear soluciones compartidas. No dejemos que las curiosidades, extravagancias y datos curiosos eclipsen un año entero de trabajo de miles de personas que se reunieron en nuestro país a pensar un futuro mejor para todos.