Rechazan subas en la bajada de bandera de los taxis
Los choferes de taxis pidieron incrementar las “paradas tubo”, para mejorar el trabajo.
Aunque se descuenta que cuando el Concejo Deliberante conceda una suba del boleto de colectivos se incrementará la tarifa de los taxis, un sindicato se opone a potenciales aumentos.
“Es una situación muy compleja. Creemos que es necesario un aumento de tarifa pero no es el momento. Si ahora hay poco trabajo, con un aumento sería peor”, explicó Carlos Pizarro, titular del sindicato de Peones de Taxis de Tucumán. La tarifa en los taxis se aumentó por última vez en septiembre, cuando los concejales llevaron la “bajada de bandera” a $ 21 y la “ficha” cada 100 metros a $ 2,10.
“El problema que tenemos es por la aplicación del convenio colectivo del sector. Deberíamos trabajar como choferes o peones de taxis a comisión del 35% de ingresos brutos, pero los empresarios se aprovechan de la necesidad”, renegó Pizarro. En el sector, se alquilan autos por jornada, por entre $900 y $ 1.200. Eso significa que un chofer de taxi debe trabajar a destajo: para ganar $ 500 debe realizar viajes por $ 1.700, sin contar el combustible.
“Tenemos el problema de las paradas tubo, porque sólo hay cuatro habilitadas y reclamamos para que la Municipalidad habilite más. Sino estamos constantemente circulando, gastando combustible y cargando el tráfico”, explicó el dirigente, y advirtió que se realizarán cortes de calle y piquetes la semana que viene.
“Se alquilan taxis cuando no debería ser así. El peón de taxi se tiene que matar para llevar $ 300 por día a la casa. Si no llega, los empresarios que tienen 200 licencias con testaferros encima son usureros cuando prestan dinero a los peones, que quedan endeudados”, renegó Pizarro.
En los últimos años, los reclamos de los peones de taxis giraron alrededor del tratamiento de un proyecto para obligar a que los choferes estén blanqueados, para contar con aportes y obra social. Sin embargo, la iniciativa nunca pudo llegar la recinto en el Concejo Deliberante.
FUENTE LA GACETA