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Para recuperar Budweiser, los dueños de Quilmes pagan a CCU u$s 306 millones y le ceden Isenbeck

Por el acuerdo, la cervecera belgo brasileña AB InBev, recupera en el país su marca Budweiser. La chilena CCU incorpora a su portafolio Isenbeck e Iguana, entre otras.

La fabricante de cerveza AB InBev, propietaria de la marca Quilmes, y CCU que en Argentina fabrica Schneider y Heineken, informaron ayer que llegaron a un acuerdo para intercambiar marcas. La operación implicará que la marca Budweiser pasará en la Argentina a AB InBev, como ocurre en otros países del mundo. Como contraprestación, CCU sumará las cervezas Isenbeck, Iguana, Diosa, Norte y Báltica.

Se trata de un acuerdo que pone fin por anticipado al contrato de licencia en Argentina de la marca Budweiser, de propiedad de AB InBev, el gigante de las cervezas que surgió a partir de la fusión entre la belga Anheuser Busch y la brasileña Inbev.

La disputa en el mercado local por la marca Budweiser, una de las líderes en el mundo de la cerveza y propiedad en casi todo el mundo del grupo AB InBev, lleva algunos años. Desde 2008 y hasta 2025, el grupo chileno CCU, propiedad de la familia Luksic, poseen la licencia de la marca Budweiser en la Argentina. Pero en el mundo, esa cerveza pertenece a su competidora AB InBev, controlante de Quilmes, Stella Artois y Brahma en el mercado local.

Hasta comienzos de este año, la firma chilena tenía intenciones de conservar y extender la licencia de la marca Budweiser incluso más allá del 2025. Y para esto había contratado a un estudio de abogados en Estados Unidos: Mc Dermott, Will & Emery LLP.

No obstante, ayer anunció el acuerdo con su principal competidor. La operación implicará «el pago por parte de AB InBeV a CCU Argentina de u$s 306 millones, junto con la transferencia de la propiedad de las marcas Isenbeck, Diosa, Norte, Iguana y Báltica», destacó CCU Argentina en un comunicado, en el que aclara que la transacción se encuentra sujeta a la aprobación de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC).

Asimismo, «con el objeto de realizar una transición ordenada, CCU Argentina producirá para AB InBev todo o parte del volumen de Budweiser e Isenbeck, por hasta un año y producirá y distribuirá para CCU Argentina el resto de las marcas por hasta un máximo de 3 años».

La transacción «no incluye ni la planta productiva que Isenbeck tiene en Zárate, ni los contratos con sus empleados y o distribuidores, ni la transferencia a CCU Argentina de pasivo alguno de esa empresa», aclararon en la compañía de origen chileno. Este

«En caso de que el acuerdo sea aprobado por la CNDC, Cervecería y Maltería Quilmes asume el compromiso de mantener las fuentes de trabajo y la operación de Isenbeck», destacó por su parte AB InBev en un comunicado. Con una participación del 3,5% en el mercado cervecero nacional, Isenbeck emplea a 500 personas en su planta. Su incorporación a AB InBev se había concretado en octubre del año pasado. El mantenimiento de las condiciones productivas fue un compromiso asumido con el Gobierno.

Para CCU, la transacción «implica la oportunidad de incrementar el peso sus marcas en el mercado argentino», mientras que AB InBev destacó el logro de recuperar la marca Budweiser, que pertenece a la compañía a nivel global.

Ambas firmas señalaron que «mientras se gestiona su aprobación, el acuerdo contempla un período de transición para un traspaso ordenado de las marcas». Más que finalizar, otro round en la pelea por el espumoso mercado de las cervezas parece estar comenzando

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