El río Paraná por dentro: así es el mega acuario donde se pueden conocer todos sus peces
El nuevo acuario de Rosario a orillas del río Paraná
Las oscuras aguas, que no permiten ver a simple vista todo lo que ocurre dentro de uno de los ríos más importantes del país, se vuelven cristalinas en las 10 peceras, que albergan más de 250.000 litros de agua y varios centenares de peces.
El «Acuario Río Paraná» se transformó en el espacio más grande de conservación y educación de la fauna de río de la región. El complejo que, además, cuenta con un área científica: el Laboratorio Mixto de Biotecnología Acuática (LMBA), donde una veintena de especialistas estudian el ecosistema, la genética y la genómica de los peces del río Paraná.
El nombre completo es Centro Científico Tecnológico y Educativo «Acuario del Río Paraná» y lo que se busca, según las autoridades provinciales, es «sentar las bases para pensar un futuro sustentable y pone en valor el conocimiento, resolviendo problemáticas regionales que afectan al río Paraná y su humedal». En todo el proyecto se invirtieron 220 millones de pesos.
El recorrido, que dura alrededor de dos horas, comienza fuera del edificio en un espacio de 2.5 hectáreas de parque autóctono que recrea múltiples especies de la flora y fauna del paisaje del Litoral Pampeano argentino.
Una vez dentro del moderno complejo de 3500 metros cuadrados, lo primero que se observa es a los investigadores de la Universidad Nacional de Rosario y del Conicet, que trabajan en una serie de laboratorios vidriados que permiten «espiar» lo que los científicos hacen desde hace un par de años. Ellos fueron los primeros en mudarse al edificio.
Pero el lugar al que todos quieren llegar está al final, en la planta superior del edificio. Son 1000 metros cuadrados de superficie donde cientos de peces habitan en 10 peceras que representan diferentes ambientes del Río Paraná y su humedal.
Según detalló el director del Acuario, Andrés Sciara, en la actualidad hay un tercio del total de la fauna de río del Paraná para ser observada a pocos centímetros y con gran nitidez.
«En este momento tenemos 80 de las 240 especies exhibidas en las peceras. Cada uno de los espacios busca replicar un sector del Paraná, como los humedales y sectores del río», explicó Sciara.
Pero además de observar las especies, donde se destacan los tres tipos de palometas que habitan el Paraná y las diferentes rayas que pueden pesar hasta 200 kilos, hay varios espacios interactivos con tecnología de última generación.
Pantallas táctiles donde se pueden conocer más detalles de cada una de las especies, juegos de memoria y un cajón de arena interactiva en la que se proyectan relieves, permiten crear ambientes y ver cómo se modifican si el hombre los interviene.