El Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM), de acuerdo con la Ley de Contrato de Trabajo, se define como «la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia, en su jornada legal de trabajo, de modo que le asegure alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión«.
La Comisión del Salario Mínimo, Vital y Móvil se reunió recientemente para discutir y tomar decisiones sobre los ajustes salariales en Argentina. Tras una exhaustiva evaluación, se acordó incrementar el salario mínimo de manera escalonada durante los meses de julio, agosto y septiembre, con el objetivo de mejorar las condiciones económicas de los trabajadores del país.
A partir de este mes, el salario mínimo, vital y móvil, que anteriormente era de $87.987, experimentará un aumento del 34%, alcanzando la suma de $105.500. En agosto, este salario se incrementará nuevamente, llegando a $112.500, y a partir de septiembre ascenderá a $118.000.
Esta medida trae consigo una serie de consecuencias directas para distintos sectores de la sociedad. Uno de ellos es el impacto positivo en los trabajadores del programa Potenciar, quienes verán reflejado en sus ingresos un aumento del 34%, pasando a percibir un salario de $52.750.
Asimismo, el programa de acompañamiento a víctimas de violencia de género también se verá beneficiado por esta actualización salarial. A partir de ahora, las víctimas recibirán un acompañamiento económico durante seis meses, recibiendo la suma de $105.500 para hacer frente a sus necesidades y comenzar a reconstruir sus vidas.
Otra de las implicancias de este incremento es el ajuste en el límite de ingresos mensuales del grupo familiar para acceder a la beca Progresar. A partir de este mes, el nuevo límite establecido será de $316.500, brindando así una oportunidad de apoyo económico a aquellos estudiantes y sus familias que se encuentren en condiciones de vulnerabilidad.
En lo que respecta a los profesionales liberales, se ha implementado una medida que los exime de tributar los ingresos brutos. Para poder acceder a esta exención, los profesionales deberán facturar hasta un máximo de $738.500. Cabe destacar que estos cambios se aplicarán a partir de las fechas mencionadas, y se recomienda a los empleadores y beneficiarios estar atentos a las actualizaciones proporcionadas por las autoridades competentes.
