Sergio Massa, denunciado

Fue la única opción que le dio Cristina Kirchner por resistirse a imitarla y dividir el oficialismo para sumar un consejero.

Massa se justificaba en que podía sufrir un revés en el recinto, donde la oposición podría reunir una mayoría para revocar una resolución. Sin embargo, nunca mostró ese número para sesionar.

Ahora tendrá un problema: cuando haya sesión, los referentes de Juntos lo castigarán por su crisis, fingida o no, con Martínez.

[La ruptura que no fue]

El Senado tiene ahora un interbloque del Frente de Todos con dos bancadas, una presidida por José Mayans y otra por Juliana Di Tullio. El formoseño sigue como jefe del grupo, una decisión tomada para lograr un miembro más en la Magistratura. Sólo por eso.

Di Tullio y Mayans armaron los bloques con el criterio de poner a los que gobiernan de un lado y al resto en el otro. Se llamarán Frene Nacional y Popular y Unidad Ciudadana, el sello de Cristina.

Pero no todos cayeron en la trampa: el correntino Carlos Espínola no quiso estar con el kirchnerismo. Sí lo aceptó el salteño Sergio Leavy, aunque está peleado con los K y habla seguido con Alberto.

Otra anomalía fue la de la chaqueña María Inés Pilatti Vergara, ultra kirchnerista, tanto que estuvo en su bloque entre 2017 y 2019. La vice le pidió irse con los gobernadores, para no desautorizar a Jorge Capitanich su amigo.

[Hay comisiones]

Dos reuniones subidas de tono entre Alberto Fernández y Sergio Massa fueron suficientes para que se convocaran a una decena de comisiones para empezar a funcionar.

Algunas con mucha actividad por delante, como la de Agricultura y la de Industria, otras insignificantes como Deportes. Son 13 que estarían conformadas sobre 46. Y estamos casi en mayo.

El presidente no entiende como Massa no logra destrabar los acuerdos, un hecho inédito. Pero el diputado le explica que la interna oficialista y la opositora lo complican.

Tan presionado se sintió, que le cedió Agricultura a Juntos por el Cambio, para que abra el debate sobre el fin de retenciones. Toda una concesión.

[La Corte más grande]

Por decisión de Cristina Kirchner, el Senado tratará los proyectos para aumentar el número de miembros de la Corte Suprema, que es de 5 y podría elevarse a 9 o a más de 10.

La primera opción la propone desde 2016 Adolfo Rodríguez Saá, con una división por regiones que le asigne lugares a cada zona del país. Hace tiempo que los supremos son del área metropolitana o la pampa húmeda.

El kirchnerista Oscar Parrilli pide una Corte de más de 10 miembros. En Juntos por el Cambio no hay proyectos, pero sí ganas de resistir.

No habrá ley si ellos no quieren por una sencilla razón: sólo se podrá completar la Corte con sus votos. Por ahora el plan es debatir. No mucho más.

[Nueva ley de alquileres, por ahora no]

Las asociaciones de inquilinos de cada rincón del país fueron al Congreso a defender la ley de alquileres, tal como está. No quieren derogar ni un artículo.

Aprovecharon el zoom para expresarse y diferenciarse de los lobbys porteños que en 2019 las dejaron afuera.

No será fácil para el Frente de Todos aceptar eliminar los dos temas que en Juntos quieren borrar: el plazo de 3 años de contrato (plantean volverlo a 2) y el índice de actualización.

En la oposición ya empiezan a aceptar que puede haber dos dictámenes y una discusión abierta en el recinto. Lo que nadie quería.