La diputada Zuvic declaró que cuando murió Néstor, Cristina auditó los bienes de Báez.
Durante cinco horas, la legisladora de la Coalición Cívica explicó al TOF 2, que juzga a la vicepresidenta y el contratista K, la evolución de la “matriz delictiva” entre ambos desde Santa Cruz .
Fueron cinco horas casi sin respirar, sólo con algunas preguntas del tribunal, las querellas y una mera acotación del abogado de Cristina Kirchner: con una declaración de alta intensidad que terminó en lágrimas, la diputada de la Coalición Cívica dio su testimonio ante el Tribunal Oral Federal 2, que juzga a la vicepresidenta, su ex socio Lázaro Báez y otros ex funcionarios por el supuesto desvío y sobreprecios en el 80% de las obras públicas viales de Santa Cruz, que el contratista K acumuló bajo las presidencias de los Kirchner.
Con datos, detalles y anécdotas recogidas en su libro El origen, la diputada recordó que “los negocios entre los Kirchner y Báez comenzaron con Néstor intendente y se mantuvieron hasta la presidencia de Cristina«, que la «matriz delictiva» entre funcionarios y contratistas privilegiados nació y se perfeccionó en Santa Cruz y luego fue trasladada a la Nación», y que “Cristina reforzó esa matriz mediante el otorgamiento de mayores partidas al Ministerio de Planificación, no solo a través del Presupuesto, sino de decretos de necesidad y urgencia, partidas extra presupuestarias, reasignaciones de recursos a cargo de los sucesivos jefes de Gabinete y del fideocomiso”.
“Como nacida y criada en Santa Cruz y como todos los ciudadanos de mi provincia, fui testigo presencial del inexplicable crecimiento patrimonial de los imputados. También del descalabro de las obras públicas otorgadas al Grupo Báez”, sostuvo Zuvic ante el Tribunal que juzga a la vicepresidenta, a Báez, a los ex ministro de Planificación De Vido, al ex secretario de Obra Pública López y otros acusados por el supuesto direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz a favor de las empresas del grupo empresario que encabezaba la firma «Austral Construcciones».
«Planteábamos cómo
disimulaban distintos oferentes que en realidad eran el mismo, pertenecientes al grupo Báez, todas estas empresas estaban en Santa Cruz, acordaban los precios en licitaciones», declaró Zuvic.Entonces relató con detalles uno de los episodios más comprometedores para Cristina entre los muchos que expuso: “tras
el relevamiento de bienes de Lázaro Báez, basado en una auditoría que se hizo a pedido de Cristina Fernández luego de la muerte de Kirchner, Rudy Ulloa me mandó a preguntar si yo sabía
qué bienes tenían Báez y (Daniel) Muñoz, dado que éste último se había quedado con las libretas de Néstor”, refirió la legisladora. Según decenas de testimonios, en esas libretas el fallecido ex presidente supuestamente anotaba
los detalles y porcentajes de los negocios ilegales que hacía junto con sus socios.
La diputada sostuvo en su exposición que “quedó claramente probada la relación de Lázaro Baez con el matrimonio presidencial, y de qué manera, con la intervención de Julio De Vido, se cartelizaba la obra pública en Santa Cruz en su beneficio”.
Al final, la declaración de Zuvic giró hacia otro tópico: “está claro que la única política de Estado del kirchnerismo durante 30 años en Santa Cruz fue el miedo. Se inició con el desplazamiento del procurador Eduardo Sosa, quien estaba investigando los honorarios del estudio que trabajó en la investigación del destino que tuvieron los fondos de la provincia por las regalías tras la privatización de YPF”, recordó.
“Esto inició el proceso de disciplinamiento y el mensaje a todos quienes se atrevieran a intentar cuestionar al kirchnerismo o pensar diferente, y así fueron por el Poder Judicial y ampliaron el número de integrantes del Tribunal Superior de Justicia de 3 a 5 miembros, además de nombrar a Carlos Zannini como su presidente y designar luego a sus familiares y amigos en toda la Justicia provincial”, agregó.
“Nací, me crie y tuve sueños y proyectos en mi provincia como nieta de inmigrantes que forjaron Santa Cruz. Ellos la destruyeron, lo que dejaron sí que fue tierra arrasada”, finalizó su declaración la diputada, quebrada en llanto.
Sobre el final de la audiencia se generó un contrapunto entre varios de los abogados defensores y el fiscal Diego Luciani, en relación a la posible incorporación de nuevos testigos al debate. La fiscalía solicitó citar al empresario Patricio Gerbi, arrepentido y procesado en la causa de los cuadernos, algo a los que los abogados defensores se opusieron.
Sin definición por parte del tribunal, el juicio pasó a un cuarto intermedio hasta el lunes próximo, día para el cual está citada como testigo la abogada Silvina Martínez, denunciante en las causas Hotesur y Los Sauces.
CLARIN
