Tafi viejo, Los Pocitos y Las Talitas los municipios con mas dengue de la provincia
ABANDONO. En Los Pocitos se vive entre malezas y calles inundadas. la gaceta / foto de franco vera
Una de las zonas rojas (con más infectados) está en Los Pocitos. Otra es Las Talitas, de acuerdo con el informe del Siprosa.
Los vecinos reconocen que muchos no han tomado las medidas necesarias para evitar que se siga propagando la enfermedad. “Aquí hubo fumigaciones. Pero ayudan muy poco estas medidas. Basta con que haya quedado una larva en la tapa de una botella para que el mosquito nos siga infectando”, opina Blanca Aguirre, del barrio Soeme, de Las Talitas.
Karina Costas, del 180 Viviendas, aporta: “hay familias que tienen mucha chatarra en el fondo de la casa”. “En el barrio hay tanto dengue que está casi naturalizado. La gente se toma un paracetamol y ni va al médico. Las fumigaciones son insuficientes”, agrega.
En el barrio 110 Viviendas, de Los Pocitos, los vecinos están desesperados. Al igual que en los asentamientos que rodean un canal a cielo abierto. “En muchos casos viven familias enteras en un ambiente. ¿Cómo evitás que se propague el dengue en el hacinamiento?”, se pregunta Liliana Cárdenas, dueña de un almacén.
“Vivimos en una casilla. No hay ni siquiera baño, y mi esposa tiene lupus; es un riesgo”, exclama Omar Tamer.
A todos ellos la muerte por dengue de un vecino, René Amado, los tiene angustiados. “Aparte, con la crisis que hay no tenemos dinero para comprar repelente. Cuando empezó la cuarentena por el coronavirus mi hijo de 17 años levantó 40 grados de fiebre. A los tres días le diagnosticaron dengue. Y eso que aquí fumigaron. Después me agarró a mí la enfermedad. Nunca me sentí tan mal en mi vida. No me podía levantar de la cama”, cuenta Verónica Montecino, de 39 años.
La voz oficial
Los intendentes de Tafí Viejo, Javier Noguera, y de Las Talitas, Carlos Najar, reconocen que la situación es preocupante en muchos barrios. Pero aseguran que la cantidad de casos ha ido mermando en los últimos días.
“Desde que comenzaron a aparecer los primeros enfermos venimos realizando tareas de fumigación con termonebulizadoras y motonebulizadoras. Ya hemos desinfectado tres veces todos los barrios de Las Talitas. Además, realizamos un intenso trabajo de bloqueo de casos en coordinación con el Siprosa. El problema es que a veces las personas que se enferman no van al médico, esos casos no se notifican y no podemos hacer la prevención en la zona”, explica Najar.
“Otra línea de trabajo, que es la más importante, es el descacharrado. Ahí está la clave porque los mosquitos que transmiten la enfermedad ponen huevos en recipientes con agua. Vamos por barrios. Avisamos con anticipación. La realidad es que son pocos los vecinos que sacan las chatarras que tienen en su casa y que pueden ser potenciales criaderos del insecto. Necesitamos más colaboración de los vecinos. Si en una manzana entera todos tiran los cacharros menos uno no sirve de nada tanto esfuerzo”, puntualiza.
Noguera, por su parte, reconoce que hubo brotes importantes de dengue en algunas pocas manzanas de Lomas de Tafí y en Los Pocitos. “Desarrollamos muchas tareas de prevención y fumigaciones -detalla-. Hoy nos preocupa mucho este virus. Seguiremos todo el invierno con las campañas de concientización para que la gente se desprenda de los cacharros”.
LA GACETA