Una caravana cansada y enferma se abre paso a través de territorio mexicano
Café Prensa charló con Elías Camhaji, quien nos contó cómo empezó esta travesía y las razones detrás de la desconfianza de los migrantes hacia las autoridades locales.
La caravana migrante sigue su camino por México con su mente puesta en llegar a Estados Unidos. Después de un fin de semana de mucha confusión y mensajes cruzados de las autoridades mexicanas, parte del contingente llega de a poco a Puebla, a solo 120 kilómetros de la Ciudad de México.
En diálogo con Café Prensa, el periodista mexicano que reporta el diario El País de España, Elías Camhaji, contó que este periplo comenzó la noche entre el 12 y el 13 de octubre en la central de autobuses de San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante de Honduras después de la capital. En ese momento era un contingente de alrededor de 1.000 a 1.500 personas. «El paso de la caravana se fue popularizando por cobertura televisiva en el país y la gente se fue sumando en diferentes partes del camino hasta que se juntaron alrededor de 7.000 personas en la frontera con Guatemala», confirmó Camhaji. Sin embargo, esta primera columna de personas no sería la única: esta semana salió otro contingente de 2.300 migrantes y otras 2.000 personas más pidieron asilo de forma legal en México. En total, serían 10 mil personas las que se encuentran en tránsito en el país azteca.
En su camino hacia el norte, la caravana atravesó el estado de Chiapas y luego Oaxaca. Mientras, la administración del presidente mexicano Enrique Peña Nieto les ofreció el plan «Estás en tu casa», un programa que les propone trabajo y atención médica a cambio de regularizar su situación migratoria.
«Allí empezó un periplo para la caravana. Ante la desesperación de no conseguir transporte siguieron hacia Veracruz, que es el camino más corto para avanzar hacia el norte, pero también una de las rutas más peligrosas», precisó Camhaji. Fue entonces cuando el gobernador de ese estado, Miguel Ángel Yunes, les ofreció transporte para llegar a la Ciudad de México, no obstante horas después dio marcha atrás con su decisión.
Desde Honduras a la caravana de migrantes. Seguimos la historia de dos familias rotas de las que irritan a Trump. Un trabajo de @Jacobogg @eliascamhaji @mexhector y @tdemigueles https://t.co/e4Dp0kY02e
— EL PAÍS América (@elpais_america) 2 de noviembre de 2018
El viernes fue, entonces, un día de mucha confusión. La principal justificación de Yunes fue el corte masivo de agua en la capital mexicana, pero, en palabras de Camhaji esto generó aún más reticencias en los migrantes: «Las afectaciones no fueron totales y se hablaba que el sábado por el mañana ya podrían estar solucionadas con algunos cortes más durante el fin de semana. La caravana dice ¿por qué se calla este apoyo si ya se regularizó el servicio? y también les llama la atención que esta medida sea tomada muy próxima a las elecciones legislativas de Estados Unidos».
«El anuncio del gobernador habría la posibilidad de terminar con este periplo y de ofrecer ayuda a una caravana que está cansada, enferma y que tiene muchísimos niños y niñas y adolescentes, adultos de la tercera edad y mujeres embarazadas», agregó el periodista mexicano al aire por Lv7.
Como explica Camhaji, la llegada de la caravana a la capital es vital para recibir atención médica y tener un diálogo con las autoridades, tanto del presidente Peña Nieto que sale el 1 de diciembre como de la administración entrante de Andrés Manuel López Obrador.
Consultado sobre las razones detrás de la desconfianza de los migrantes hacia las autoridades mexicanas y su insistencia por llegar a Estados Unidos, aún con las amenazas del presidente Donald Trump, Camhaji analizó: «Hay muchos precedentes de tensión con las autoridades mexicanas. El episodio con gases lacrimógenos del pasado 19 de octubre marcó un precedente muy importante porque minó en gran medida la confianza que existía de los migrantes con las autoridades mexicanas de permitirles el paso. Después no sabían si iban a ser detenidos y por eso desconfiaban de ir a los albergues a pasar la noche. La mayoría considera que en Estados Unidos tiene mejores posibilidades prosperar y que los salarios son mucho mayores que ganar en lempiras (la moneda de Honduras) o en pesos mexicanos».
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