Justicia

Una movida para salvar a Scioli

Raro pero real: en Buenos Aires apartan a una jueza cuando iba a enviar a juicio a Scioli y varios ex funcionarios.

Prepárese: esta es una historia que mezcla políticos, jueces y negocios. Gente conocida y muy conocida y una corrupción de la grande con plata del Estado. Es la historia de una causa o de una megacausa repleta de pruebas que podría derrumbarse con el triunfo del cristinismo. La historia vale la pena aunque pueda causar pena.

Los personajes centrales son el ex gobernador Daniel Scioli y buena parte de la plana mayor que lo acompañó y que manejaba la red de cajas negras de la Provincia. Una jueza, María Inés Garmendia, que acaba de ser apartada con argumentos jurídicos que encubren intereses poco o nada jurídicos y el juez de Casación que a pedido de Scioli la apartó: Mario Kohan. Fue nombrado por Scioli y responde a su vecino de Tigre Sergio Massa, que en esto jura que no tuvo nada que ver. Kohan fue amigo del fiscal Nisman, quien le envió mensajes los días previos a su muerte. Otros tiempos. Los nuevos aires que tras la elección más que aires parecen vientos, soplan en Comodoro Py y soplan en la Justicia bonaerense.

Después de Scioli, encabeza la lista de acusados Alberto Pérez, que como jefe de Gabinete empezó a revelar una inclinación de marchand. Su colección de cuadros de nuevo rico es envidiada por galerías. Y está el recaudador de los dos, Walter Carbone, famoso por la caja fuerte con panza de dragón que le descubrieron en su lujosa casa del country Abril donde también vivía Pérez. ¿Qué dijo Carbone? Que la casa era herencia de su suegra. Un clásico.

La caja fuerte dentro de la escultura de un dragón en la casa de Walter Carbone. Foto: DyN

La caja fuerte dentro de la escultura de un dragón en la casa de Walter Carbone. Foto: DyN

Otro personaje de esta historia es Guillermo el Gordo Scarcella, el cajero menos conocido de Scioli. Se ganaba la vida como profesor de tenis y el gobernador lo puso al frente de Aguas Bonaerenses. Tampoco puede justificar cómo hizo la plata que hizo. Para zafar o para intentar zafar, declaró que no era funcionario porque la estatal ABSA es una sociedad anónima. Otro es el empresario Juan Carlos Mancinelli, enredado en las maniobras con facturas truchas y ex director del equipo La Ñata Sporting Club de Scioli. Hay más basura descubierta en el IOMA, el área de salud y las cooperativas truchas en Desarrollo Social.

La investigación llevó años, ocupa 86 cuerpos y eso pese a que el fiscal Alvaro Garganta prefirió dejar para otra causa y por cuestiones probatorias otras denuncias. Garmendia iba a elevarla a juicio pero por los diarios se enteró que los jueces Kohan y Natiello la habían sacado del medio. Desempolvaron el recurso que los abogados de Scioli habían presentado un año antes y que la Cámara había rechazado. Lo dieron vuelta con el argumento de los abogados de Scioli de que Garmendia no había sido imparcial. Todo a la medida de las necesidades de Scioli. Y todo raro o más que raro fue equiparar la actuación de la jueza a una sentencia cuando no hubo una sentencia. La actuación de la jueza no perjudicó a nadie. La actuación de los jueces de Casación beneficia a los acusados.

¿Qué viene ahora? Aprovechando la supuesta parcialidad de Garmendia, los abogados de Scioli buscarán tumbar todas las pruebas contra Scioli que puedan. ¿Fin de la historia?

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