Nacionales

Una plaza a medio llenar acompañó el discurso de Alberto Fernández

Una plaza eufórica, pero lejos de estar colmada, celebró hoy el discurso del presidente Alberto Fernández en la apertura de sesiones legislativas.

Con una fuerte presencia gremial, mensajes antimacristas y referencias a los temas que fueron eje del mensaje del mandatario, la militancia se acercó a la Plaza Congreso con la clásica liturgia peronista, pero la cantidad de asistentes fue menor a otros eventos de esta envergadura.

Hubo espacios, como el Movimiento Evita o la Corriente Clasista y Combativa (CCC), llegaron cuando el discurso ya había superado los 15 minutos. A medida que avanzaba el discurso, la zona más cercana al Parlamento tuvo más militancia, pero no ocurrió lo mismo en el resto de la plaza.

Frente a un Congreso semi cubierto por obras de restauración y bajo un sol intenso la militancia demostró un fuerte apoyo al Gobierno y, en particular, a Cristina Kirchner, cuyo rostro superó ampliamente en cantidad al del Presidente.

En banderas, cánticos y merchandising hubo mensajes en favor de la despenalización del aborto, menciones a la Justicia, críticas al expresidente Mauricio Macri y llamados a la unidad.

Crédito: Manuel Cortina

Hubo algarabía en la plaza cuando el mandatario cuestionó el peso de la deuda y cuando habló de la entrega de medicamentos gratuitos a jubilados, advertencia a los formadores de precios,

Pero la celebración más fuerte fue para el anuncio del proyecto para legalizar el aborto. El aplauso cerrado duró más de 20 segundos.

También hubo apoyos fuertes a las palabras sobre la iniciativa para reformar la Justicia Federal, sobre los cambios en el sistema de inteligencia y la desclasificación de los testimonios secretos de a investigación del atentado a la AMIA.

La expectativa por los anuncios sobre el envío del proyecto de ley de legalización del aborto se reflejó en numerosos pañuelos verdes en la plaza, aunque también hubo militantes que asistieron con sus pañuelos celestes y mensajes para «salvar a las dos vidas».

«Macri ladrón, socio del Poder Judicial», rezaba una de las pancartas más grandes instaladas sobre la reja del monumento a los Dos Congresos. El cartel no tenía firma.

«Rompieron todo», decía, en tanto, una de la remeras que se venden en los alrededores de la plaza. Se venden entre 300 y 400 pesos

Con su pañuelo verde atado a la mochila, Ximena Greco, de La Matanza, espera un mensaje claro del Presidente. «Ya dijo que lo va a hacer [enviar al Congreso un proyecto de legalización del aborto]. Si lo hace, este año sale. Solo falta la decisión», dice con entusiasmo. De fondo suena la canción «Avanti morocha» a todo volumen.

Las referencias a la vicepresidenta superaron a las del Presidente. Su cara estuvo plasmada en una de las banderas más grandes, colgada de la Confitería del Molino. A su lado, casi del mismo tamaño, estaba la cara del gobernador bonaerense Axel Kicillof. Encima de ambos, Raul Alfonsín.

Pese al apoyo eufórico de los que asistieron a la plaza, pero ya hay militantes de La Cámpora, de la CGT, del sindicato de Dragado y Balizamiento, de la Unión Obrera Metalúrgica y de trabajadores docentes, entre otros. También hay grupos de seccionales peronistas bonaerenses. Entre ellas, destacan los carteles de Gabriel Katopodis, exintendente de San Martín y actual ministro de Obras Públicas.

Además del merchandising clásico del kirchnerismo, en la plaza también hubo espacio para la kermesse. En una carpa se invitaba a los militantes a tirar un dado gigante con «caras peronistas» como las de Cristina Kirchner, Fernández o Eva Perón. El rostro que quedaba hacia arriba indicaba qué careta se llevaba el militante tras una colaboración para un comedor de La Matanza.

En una suerte de reedición de la liturgia que desplegó la militancia durante la asunción de Fernández, los afiches que dicen «volvimos» volvieron a verse en la plaza, pero esta vez con un agregado: «Fuerza Presidente».

Por: Alan Soria Guadalupe
LA NACION
Botón volver arriba