Urtubey: «No tiene sentido salir a jugar de gran candidato un año y medio antes»
Son horas interesantes para el gobernador salteño Juan Manuel Urtubey.
En la recta final de su mandato, y sin posibilidad de una nueva reelección, su nombre es uno de los que suenan como posibles candidatos del Justicialismo para las presidenciales de 2019. Por otra parte, define su lugar dentro del reordenamiento del Partido Justicialista de cara a las elecciones. Como gesto más reciente, sus legisladores formaron parte del encuentro de un grupo de senadores y diputados de los interbloques Argentina Federal y el Frente Renovador en Gualeguaychú.
Luego de encabezar la presentación del índice Social Provincial, ámbito.com participó de una recepción que el mandatario ofreció a un grupo de periodistas de distintos medios, donde brindó sus definiciones sobre los temas de mayor actualidad política: su relación con el Gobierno nacional, la situación del peronismo y una posible el próximo año.
Periodista: ¿Cómo toma las críticas por su relación con el Gobierno?
Juan Manuel Urtubey: Lo que pasa es que la lógica de construcción en la Argentina es la de la confrontación, no la del consenso. El acuerdo está mal visto acá, es de blando, de tibio. Pero en otros países con conflictos de verdad, como en Europa donde vivieron guerras, el acuerdo tiene valor porque ya saben adónde lleva la pelea.
P.: ¿No existe un riesgo en quedar demasiado «pegado»?
J.M.U.: En la mirada de la vieja política sí, pero la mirada de las nuevas generaciones es distinta. Por eso la imagen de los dirigentes políticos opositores es inversamente proporcional a su virulencia contra el Gobierno. Más te opones y peor te va. Y no porque la gente sea toda de Cambiemos, sino porque está harta de las peleas. Yo hice muchas críticas profundas de la política económica, social y productiva, pero con ganas de colaborar. Hay que hacer el esfuerzo y tratar de construir desde ahí. La oposición dura se queda en la anécdota.
P.: ¿Cuál es el beneficio para el peronismo?
J.M.U.: La estrategia del peronismo es colaborar para que a la Argentina le vaya bien, pero además la gente nos asigna una responsabilidad para garantizar la gobernabilidad. Entonces, si al Gobierno le va mal nos van a echar un poco de culpa, nos cargaran una parte a nosotros.
P.: ¿Cómo está el partido?
J.M.U.: Como fanático del automovilismo, puedo decir que si queremos competir no tenemos que obsesionarnos con el piloto, lo primero es construir el auto, el espacio político. No tiene sentido salir a jugar de gran candidato un año y medio antes, porque produciría un desgaste. Muchos necesitan candidatos para estar más tranquilos… bueno… que vayan al psicólogo. Además, si construimos un auto con buena suspensión y chasis, que van a andar bien en todas las pistas, debemos buscar un perfil de piloto. Si el auto no anda tan bien pero es veloz en la recta, el perfil deberá ser otro.
P.: ¿Cuál es su rol en esa construcción?
J.M.U.: Estoy trabajando para que tengamos ese auto que funcione bien. Tenemos que presentar una alternativa superadora: fortalezcamos el mercado y la vinculación en el mundo, pero con una lógica de economía social. Ahora, si otros quieren otra vez el control de cambios y el cepo es imposible. En la sumatoria del blanco y negro perdés, porque la gente se da cuenta de que no sos una cosa ni la otra. Si pretendemos unir a todo el peronismo, la suma no va a funcionar, porque a veces la cosa no es tan matemática. Es una cuestión práctica: hay que tener coherencia. Entonces, si las diferencias son incompatibles no habrá unidad.
P.: ¿Cree que el Gobierno está detrás del fallo que intervino el PJ?
J.M.U.: Bueno, ahora parece que al auto le sacaron las ruedas y el motor (risas). Creo que el Gobierno lo debe haber festejado, porque cuando el peronismo parecía que empezaba a hacer algo aparece esto, pero no sé si está detrás.
P.: ¿Será finalmente candidato?
J.M.U.: Me gustaría conducir el auto, me preparé toda mi vida para eso, pero no es lo más importante. Tienen que estar dadas las condiciones. Si hay otro más competitivo, juego con otro. No es una obsesión, en términos de realización política me realicé gobernando mi provincia. Si no soy candidato seguiré vinculado a la política, pero probablemente sin un cargo ejecutivo. Cumpliré 12 años como gobernador y 10 de diputado (dos en la provincia y ocho a nivel nacional). Es decir que llevo 22 años dando explicaciones de por qué hago una cosa u otra.
P.: ¿Pensó en nombrar un sucesor en la provincia?
J.M.U.: No, porque si pretendiera dejar un candidato a gobernador caería en el problema de siempre: querer eternizarse en el poder, incluso sin estar él. Me tengo que correr. Llegué para romper una lógica feudal de familias que gobernaban Salta por décadas, por eso implementé la boleta única electrónica y el financiamiento público de campañas. Me convertiría en lo mismo que combatí. No existe el «voy a volver», nadie vuelve.
En el transcurso de la charla, el mandatario provincial se mostró de acuerdo con dos de los temas que ocuparon las tapas de los diarios durante las últimas horas: el debate por la despenalización del aborto y la posibilidad de que Ejecutivo expropie los terrenos de las villas para escriturarlos a nombre de sus habitantes.
«Es genial que debatamos el aborto, son los temas que tienen que discutir Argentina y el mundo. Respecto a los terrenos ocupados, hay un dato de la realidad: sacás a la fuerza a los habitantes o normalizas la situación. Y está claro que no es posible sacar por la fuerza a miles de personas. En Salta censamos a la gente y les dimos el título de propiedad quitando a los intermediarios que buscan hacer negocios. Pero no se pueden regalar, aunque sea en muchas cuotas pero los terrenos hay que pagarlos», sintetizó.