“Venganza Marika” (MIRA EL VIDEO)

Un grupo de trans promete “colgar las cabezas de los ex combatientes de Malvinas en la plaza.

ARGENTINA-POR REDACCIÓN.- Cuando un gobierno promueve la anomia y la perversión, expone a su pueblo a rendirse a la violencia. El fomento que hace el gobierno kirchnerista de las minorías excede el marco de la prudencia y de la lógica. 

La Constitución Nacional es bien clara, tanto en su Artículo 16 donde promueve la igualdad: “Todos sus habitantes son iguales ante la ley, y admisibles en los empleos sin otra condición que la idoneidad.” Entonces, ¿por qué deben existir “cupos trans”? Que sean minorías que quieran igualarse no significa que se violente el requerimiento de la idoneidad porque en ese caso se estaría discriminando al que siendo capaz no puede acceder por no ser homosexual o lo que fuere.

Igualmente, el Artículo 19 de la Carta Magna resguarda “las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden  la moral pública, están exentas de la autoridad de los magistrados y sólo reservadas a Dios” ¿Es necesario imponer públicamente las emociones, pulsiones y elecciones sexuales al punto de imponerlas? No se entiende que la vida privada de las personas deba ser explicitada y aceptada por nadie. Para eso es privada.

Esta exacerbación de las minorías LGBT y demás ya está superando los límites de toda lógica e ingresando en el terreno del delito.

La quema de una Bandera Argentina constituye un delito tipificado en el Artículo 222 del Código Penal Argentino, las amenazas de muerte también; sin embargo, ningún fiscal tomó las publicaciones como “notitia criminis” y estos esbozos de criminales continúan sueltos.

El verdadero peligro no son estos minúsculos grupos ganados por el delirio sino los gobiernos que convierten en políticas de Estado el deshonor, la traición a la Patria, el relajo moral y la instigación a la violencia.

La instalación de estos disvalores conduce a la anomia, y una sociedad anómica es el primer umbral favorable para una guerra civil.

FUENTE: Ernesto Bisceglia