Scioli busca dejar atrás la presión de la Justicia y ya piensa en las elecciones
Esta semana declaró casi tres horas en una causa por lavado, defraudación y asociación ilícita. Ahora dice que quiere estar en la boleta electoral y no descarta ir a una interna
Daniel Scioli busca dejar atrás abogados, expedientes judiciales y la declaración que realizó el jueves ante la Justicia para volver a meterse de lleno en la política y en la pelea por las candidaturas de cara a las legislativas. Sin embargo, la causa en la que se lo investiga por lavado de activos y defraudación al Estado puede seguir siendo un dolor de cabeza.
No sabe si Cristina Kirchner finalmente competirá como candidata en la provincia de Buenos Aires (cree que lo definirá sobre el cierre de listas) y asegura que no hay que perder el tiempo mirando lo que hace el otro. Por eso, mientras prefirió bajar el perfil público, mantiene encuentros privados con distintos dirigentes bonaerenses. “No te acostás a dormir y te levantás en las internas, hay que trabajar fuertemente estos meses”, repite en su intimidad.
“Basta de cumbres, basta de fotos entre nosotros. Ya mostramos que estamos unidos, ahora vayamos a la calle a estar con los ciudadanos”, les dijo Scioli a los intendentes y diputados con los que se reunió en las últimas semanas. Sus charlas van desde el ex presidente Eduardo Duhalde pasando por intendentes como Gabriel Katopodis (crítico del kirchnerismo) hasta el diputado de La Cámpora Wado de Pedro.
Aunque prefiere una lista de unidad, está dispuesto a competir en una interna dentro del peronismo. Pero quiere saber las reglas de juego. “Ya tuvimos la experiencia de 2015 y vimos que uno más uno no fueron dos. Si hacemos una interna debe haber un acuerdo en la competencia para que el día después los candidatos se potencien, no fue una buena experiencia la elección entre Julián Domínguez y Aníbal Fernández”, reconoce Scioli ante sus íntimos.
El ex gobernador cree que en la próxima elección la economía y el desempleo serán los ejes centrales de la discusión. Scioli mira hacia atrás y ve que en 2013 fue Sergio Massa quien entendió el reclamo de la sociedad de frenar una posible re-reelección de Cristina Kirchner, y en 2015 fue Mauricio Macri quien entendió el pedido de un cambio. Dos años después, cree que el bolsillo volverá a ser el que mande.
Además, espera que la investigación del fiscal de La Plata Álvaro Garganta no vuelva a tener novedades en las próximas semanas. El último jueves declaró durante casi tres horas, en las que rechazó las acusaciones de la denuncia que inició Elisa Carrió por lavado de activos, defraudación a la administración pública y asociación ilícita.
Las preguntas se centraron en tres ejes: la figura del empresario Juan Carlos Mancinelli, investigado por posibles irregularidades en licitaciones para la construcción de paradores turístico; la contratación de aviones privados, en la que se investiga si se usaron para la campaña electoral, y el posible armado de cooperativas para desviar fondos del programa Soluciones Ya.
Mientras Scioli espera que la investigación no se meta en la campaña electoral, la fiscalía avanza en otras líneas investigativas que podrían complicar a sus ex funcionarios, como el manejo de las cajas de IOMA, ABSA y Lotería.